¿Cómo reconocer las contracciones previas al parto?

¿Estaré de parto? Aunque no os lo creáis, es una pregunta que, llegado el momento, os haréis a vosotras mismas.

Durante el embarazo, y sobre todo durante las semanas finales, es muy común que sintáis contracciones de diversa intensidad que incluso os hagan llevaros más de un susto y plantearos si os habéis puesto de parto.

Tranquilas, cuando el momento llegue, estad seguras que lo vais a saber.

Para ayudaros, y que entendáis y comprendáis por qué se producen este tipo de contracciones y sepáis diferenciarlas de las contracciones de parto, vamos a profundizar sobre el tema en nuestro artículo.

¿Qué son las contracciones?

Para empezar, volvamos al principio. En realidad, las contracciones no son más que movimientos del propio útero. No debemos olvidar que se trata de un músculo más de nuestro cuerpo y que, como sucede con el resto de músculos, se contraen o relajan.

De hecho, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello, en nuestra vida se producen muchas situaciones en las que sufrimos estas contracciones, por ejemplo, durante la menstruación para ayudar a expulsar el sangrado.

Durante el embarazo son muy comunes y ayudan a nuestro cuerpo a entrenar y estar bien preparado para el momento del parto.

¿Son diferentes las contracciones durante el embarazo de las del parto?

Como hemos comentado, las contracciones durante el embarazo es algo totalmente normal, en especial hacia el final del segundo trimestre y el tercero cuando pueden darse con mayor frecuencia.

Debéis estar totalmente tranquilas, no son señales de que le ocurra nada a vuestro embarazo ni a vosotras, simplemente son reflejos causados por la tensión y la relajación que vuestro útero siente durante el embarazo, y las notaréis porque vuestro abdomen se contraerá y se pondrá duro.

De hecho, lo habitual es que no duren demasiado ni sean de mucha intensidad y se vayan pasando progresivamente en cuanto nos relajemos.

Por lo tanto, debemos diferenciar entre dos tipos de contracciones:

  • Contracciones de “Braxton Hicks”, también llamadas contracciones “falsas” en alusión al parto.

Estas contracciones son muy frecuentes a partir del segundo trimestre, aunque nuestro cuerpo las nota mucho más según avanza el embarazo.

Es común que, hacia el final del embarazo, las podamos confundir con las contracciones del parto, y nos llevemos algún pequeño “susto” pensando que estamos de parto.

Para diferenciarlas de las contracciones propias del parto, debemos tener en cuenta que estas últimas aumentan progresivamente en intensidad mientras que las falsas contracciones son cortas y su dolor no es prolongado.

  • Contracciones de parto.

A diferencia de las anteriores, las contracciones propias del parto son siempre dolorosas. Además, se producen cada vez con mayor frecuencia y durante un periodo de tiempo que puede llegar a ser de una hora.

¿Cómo sé si las contracciones me indican que estoy de parto?

Una primera señal de que ha llegado el momento final del embarazo son las contracciones. A diferencia de las falsas contracciones, las que nos indica la llegada del parto aumentan progresivamente de intensidad, repitiéndose con una frecuencia aproximada de 3 a 5 contracciones por un periodo de 10 minutos, además de ir incrementando su duración.

Cuando es el momento del parto, es muy común que se produzcan dos o tres contracciones muy intensas que pueden llegar a durar cerca de 60 segundos.

Al margen, a diferencia de las contracciones falsas, que suelen notarse en la parte baja del abdomen y en la zona de las ingles, las contracciones que nos indican que el parto está ya ha comenzado se hacen notar primero en la espalda y se extienden hacia el abdomen.

¿Qué otros síntomas indican que el parto ha comenzado?

Las contracciones son un primer síntoma de que el momento del parto ya ha comenzado.  No obstante, cuando ha llegado el verdadero momento, nuestro cuerpo también nos manda otras señales.

Por lo general, los síntomas más comunes de parto, al margen de las contracciones son:

  • Expulsión del tapón mucoso:

Con el comienzo del embarazo, se forma un tapón mucoso en el cuello del útero que hace las veces de protección del feto antes infecciones. Es habitual que se expulse días antes del parto o justo al comenzar.

  • Rotura del saco amniótico:

La rotura de la bolsa que contiene el líquido amniótico, o lo que llamamos coloquialmente “romper aguas” es una señal definitiva de que nuestro bebé nos está pidiendo salir.

  • Dilatación del cuello uterino:

El momento del parto comienza cuando la dilatación del cuello uterino alcanza los 3 o 4 centímetros. A pesar de ser una señal clara, en este caso, a diferencia de las anteriores, no lo podéis comprobar por vosotras mismas.

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