Madre a los cuarenta

¿Puedo ser madre si tengo más de 40 años?

Por el Comité Editorial Fertty

Según los datos publicados por Eurostat, en la actualidad, el 8,8% de las mujeres españolas tiene 40 años o más cuando tiene su primer hijo, dato que sitúa a España, a la cola de Europa junto a Italia.

Factores como la búsqueda de la estabilidad laboral, la ausencia de una pareja estable e incluso factores de índole económica, hacen que muchas mujeres y parejas posterguen el momento.

Este dato, tiene una doble vertiente: por un lado, supone un riesgo grave de cara al índice de natalidad, ya que el retraso de la maternidad conlleva en muchos casos que las mujeres no tengan un segundo hijo, hecho que supone un perjuicio demográfico importante, y por otro, en propio plano de la búsqueda del embarazo, que, con el aumento de la edad, las posibilidades de conseguirlo de forma natural se ven reducidas según avanza el reloj biológico.

En muchas ocasiones, las mujeres no son conscientes de que el retraso en la edad en la que se intenta hacer frente a la maternidad provoco que resulte más complicado conseguirlo de forma natural.

La razón no es otra que, aunque la mujer pueda sentirse en el mejor momento de su vida, bien en plano profesional o personal, según avanza la edad, la calidad y cantidad de sus óvulos comienza a decrecer, sobre todo, a partir de los 35 años y más, si cabe, a partir de los 37 y de forma alarmante a los 40.

Entonces, ¿podré no ser madre si tengo más de 40 años?

Aunque la evidencia científica, y nuestra propia experiencia, nos muestran que según avanza la edad es más difícil conseguir el embarazo de forma natural, no podemos descartarlo, aunque es cierto que conseguirlo de forma espontánea es cada vez complicado a partir de los 40 años.

En este sentido, las clínicas de reproducción asistida juegan un papel muy importante a favor de la mujer.

Existen tratamientos como la Fecundación in Vitro (FIV), en la que se fecundan los óvulos en nuestros laboratorios para transferirlos, cuando obtenemos el embrión, al útero de la mujer.

En los casos en los que, debido a la calidad de los óvulos, sea inviable, la paciente puede recurrir a los tratamientos con óvulos de una donante anónima.  Este tratamiento obtiene unos elevados porcentajes de éxito y permite a la mujer gestar un embarazo natural gracias a los óvulos de una donante.

¿Cuáles son las claves para afrontar el embarazo tardío?

  • Las revisiones médicas y los controles de seguimiento del embarazo deben ser más frecuentes. Es conveniente vigilar más cerca cómo evoluciona el embarazo.
  • Valorar la posibilidad de realizar un estudio genético del embrión en el propio tratamiento de tal forma que podamos garantizar la calidad del mismo y detectar la posible presencia de anomalías graves en los embriones de forme que no se transfieran
  • Valora la vitrificación de tus óvulos antes de los 35 años, cuando presentan una calidad óptima de forma que, cuando decidas utilizarlos tiempo después, la consecución del embarazo será más sencilla.
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