Si ya soy madre, ¿por qué no consigo quedarme embarazada otra vez?

Como sabéis, la esterilidad es un problema que afecta cada vez a más parejas y mujeres. Es cierto que, por lo general, gracias a la reproducción asistida y a un buen diagnóstico personalizado, la gran mayoría de estas parejas conseguirá lograr su sueño de formar una familia.

Cuando las mujeres o parejas recurren a la medicina reproductiva, siempre pensamos que no ha habido hijos previos. Pero cada vez hay más casos que consultan por problemas de fertilidad habiendo  sido padres anteriormente sin tener ningún problema aparente

Cuando esto sucede, recibe el nombre de “esterilidad secundaria”.

¿Qué es la esterilidad secundaria?

Son muchos los factores que pueden influir en que no llegue este embarazo. A pesar de que una pareja puede haber sido padres anteriormente, o incluso una nueva pareja que tienen hijos de relaciones anteriores, puede encontrarse con la situación de la imposibilidad de lograr el embarazo.

Esta “esterilidad secundaria”, que suele generar incomprensión por parte de los pacientes, a veces es difícil de explicar. En la mayoría de casos no ha pasado nada destacado desde la última gestación si exceptuamos  que muy probablemente entre un embarazo y otro haya pasado bastante tiempo. Aunque este período no fuera excesivamente largo, el paso del tiempo puede ser determinante si el primer embarazo fuera relativamente tardío. Por supuesto que un cambio de pareja o la aparición de nuevos procesos que pudieran afectar a la fertilidad tras la primera gestación también deberían considerarse en el momento de evaluar cada caso.

¿Cuáles son los factores que provocan la “esterilidad secundaria”?

Los motivos que pueden originar esta situación la que una pareja no logra ese nuevo embarazo no difieren mucho de las que puede presentar una pareja que busca su primer bebé.

Las principales causas son:

  • Edad de la paciente:

Como ya sabéis, la edad avanzada es un condicionante en la búsqueda del embarazo. Al pasar los años, en especial por encima de los 35, a pesar de que puede que la mujer pueda encontrarse física, emocional o socialmente perfecta  y considere que ha llegado su momento, lo cierto es que la calidad y la cantidad de los óvulos se ha reducido drásticamente.

Las células reproductoras femeninas o óvulos ya se encuentran en el ovario desde la etapa fetal y con el paso de los años irán sufriendo modificaciones que limitarán su capacidad para ser fecundados o que si ello fuera posible se acompañará de problemas de desarrollo. El resultado final es que estos embriones no implantan en el endometrio y si lo hacen un gran porcentaje acaban en un embarazo no evolutivo.

Con ello, queremos decir que una mujer puede perfectamente quedarse embarazada a los 31, 32 o 33 años y pasados unos años no lograrlo de forma natural.

  • Problemas relacionados con embarazos previos:

Se dan las circunstancias en las que un embarazo o un parto complicado puede dejar secuelas en la mujer que dificulten o impidan que lo vuelva a conseguir. Entre las causas más comunes encontramos adherencias en el útero, obstrucciones en alguna de las trompas o que se haya producido algún tipo de infección.

  • Ovulación:

Uno de los problemas que vemos con relativa frecuencia son aquellos relacionados con la ovulación. Encontramos casos en los que, a pesar de haber logrado el primer embarazo con relativa normalidad, la presencia de ciclos irregulares puede tener una influencia directa en este segundo.

  • Intervenciones quirúrgicas y tratamientos médicos:

Ciertos tipos de intervenciones quirúrgicas, como por ejemplo una cesárea en un parto complicado, pueden derivar en dificultades que afecten directamente al sistema reproductivo. No debemos olvidar tampoco que la mayoría de fármacos que se utilizan para tratar el cáncer tienen un impacto negativo sobre la reproducción dando lugar al cese de la actividad ovárica en muchos casos y en algunos a una drástica reducción de la reserva ovárica.

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